Cuando el molde está en producción, es probable que se formen depósitos en la superficie de los canales de refrigeración, especialmente en zonas donde el agua sea dura. Estos depósitos se denominan incrustaciones y reducen mucho la eficacia de la transferencia de calor del metal al refrigerante.
La conductividad térmica del mineral puede ser un 98% inferior a la del acero de la herramienta, de manera que 1 mm de depósito incrustado ofrece una resistencia térmica equivalente a 50 mm de acero de herramienta.
Las incrustaciones son un problema de mantenimiento de producción y su efecto no debe incorporarse durante la fase de diseño.