La poliamida 6, el nailon 6, o la policaprolactama (PA6) es uno de los mayores termoplásticos de ingeniería. El PA6 es resiliente, tiene una gran resistencia a la erosión, una buena resistencia química, resistencia a la fatiga, lubricidad, resistencia al impacto, una gran rigidez y resistencia mecánica.
La posición de la entrada es importante debido a tiempos muy cortos de solidificación. Se puede utilizar cualquier tipo de entrada y la abertura no debe ser inferior a mitad del espesor de la pieza. Cuando se utilizan canales calientes, el tamaño de las entradas puede ser inferior cuando se utilizan canales fríos. Al utilizar entradas cónicas circulares, el diámetro mínimo de la entrada debe ser de 0,75 mm.
La estructura molecular de las poliamidas se compone de grupos de amida (CONH) unidos por secciones alifáticas lineales (basadas en grupos de metileno). La resiliencia, rigidez, cristalinidad y resistencia térmica de materiales poliamidas se debe a una fuerte atracción entre cadenas causada por la polaridad de los grupos de amida. Los grupos CONH también pueden causar una gran absorción de humedad.
El nailon 6 se produce mediante la polimerización de la caprolactama. Sus propiedades química y física son parecidas a las del PA66. Sin embargo, su punto de masa fundida es inferior al del PA66 y tiene un intervalo de temperatura de procesamiento más amplio. Su resistencia al impacto y a los solventes es mejor que la del PA66, pero su absorción de humedad es mayor. Muchas propiedades se ven afectadas por la absorción de humedad, la cual se debe tener en cuenta a la hora de realizar diseños con estos grados. Se añaden varios modificadores para mejorar las propiedades mecánicas y el vidrio es una de las cargas de uso más común. Añadir elastómeros, como EPDM o SBR, mejoran la resistencia al impacto.
Para grados sin carga, la contracción es de 0,01–0,015 mm/mm [1–1,5%]. Al añadir fibras de vidrio se reduce la contracción hasta un mínimo de 0,3% en la dirección del flujo pero puede aumentar a 1% en la dirección del flujo transversal. La cristalinidad y la absorción de humedad afectan fundamentalmente a la contracción de postmoldeado. La contracción real es una función del diseño de la pieza, el espesor de la pared y las condiciones de procesamiento.