La temperatura de expulsión es la temperatura por debajo de la cual el plástico es sólido.
Cuando la pieza completa ha alcanzado la temperatura de expulsión, se puede expulsar del molde sin que se vea afectada su calidad.
Como el tiempo de refrigeración a menudo supone el 80% del tiempo del ciclo, cualquier reducción en este tiempo reducirá el tiempo del ciclo de manera significativa. Con frecuencia, el tiempo de ciclo está determinado por el tiempo necesario para reducir la temperatura de la pieza hasta un nivel en el que pueda expulsarse de forma segura sin perjudicar la calidad de la pieza. La temperatura a la que se puede expulsar una pieza del molde se ve afectada por diversos factores.
Para una expulsión correcta, la pieza debe ser lo suficientemente rígida como para resistir cualquier tendencia a la deformación provocada por variaciones de contracción y tensiones residuales, y también para resistir las fuerzas locales que ejerce sobre la pieza el sistema de expulsión. El tiempo del ciclo puede verse afectado por la geometría de la pieza, el acabado del molde y el grado de compactación de la cavidad durante las fases de llenado y compactación.
Los requisitos globales para refrigerar la pieza serán siempre un compromiso entre una refrigeración uniforme, para garantizar la calidad de la pieza, y una refrigeración rápida, para minimizar los costes de producción.