La temperatura del refrigerante al entrar en el sistema de refrigeración es un aspecto importante a tener en cuenta para un análisis de refrigeración.
Para alcanzar una extracción eficaz de calor de la pieza, la temperatura del refrigerante no debe aumentar en más de 2-3 °C desde la entrada a la salida. Un aumento superior puede indicar un problema en el diseño del sistema de refrigeración.
En el registro del análisis de refrigeración se registra el cambio de temperatura del refrigerante entre la entrada y la salida. Si el aumento es inaceptable (mayor que 2-3 °C) puede usar el resultado de temperatura del refrigerante para determinar dónde se produce el mayor aumento de temperatura. Si es necesario, se pueden modificar la temperatura de entrada y el grado de turbulencia en los canales de refrigeración para aumentar la extracción de calor en áreas que son difíciles de refrigerar.
La temperatura del refrigerante debe ser lo más baja posible para alcanzar la mejor transferencia de calor y el tiempo de ciclo más bajo. No obstante, algunos termoplásticos necesitan una temperatura superficial más alta para obtener un mejor acabado de la pieza. En estos casos, se puede usar agua o aceite calentado para enfriar el molde. Intente mantener la temperatura superficial del molde cerca del valor recomendado.
En general, se debe usar una temperatura de entrada de 10 - 20°C más baja que la temperatura del molde deseada. No obstante, debe saber qué temperatura de refrigerante puede proporcionar la planta de circulación del refrigerante. No hay ninguna ventaja en especificar una temperatura de entrada del refrigerante de 5°C si no está disponible ningún enfriador que permita alcanzar este valor. Además, la temperatura del agua del depósito variará en función de la ubicación geográfica y las condiciones ambientales. Idealmente, las entradas y salidas deben colocarse siempre en la parte inferior del molde, para eliminar el riesgo de que el refrigerante gotee en las caras del molde.