Para determinar la temperatura del refrigerante, considere la temperatura de la superficie del molde recomendada para el plástico que se está moldeando, y la viabilidad de lograr esta temperatura.
Algunos termoplásticos necesitan una temperatura de superficie superior para mejorar el acabado de las piezas. En estos casos, se puede usar agua o aceite calentado para refrigerar el molde. En general, la temperatura del refrigerante se reduce para lograr una mejor transferencia de calor y reducir el tiempo del ciclo. No obstante, intente mantener la temperatura de la superficie del molde cercana al valor recomendado.
Como guía de diseño, se sugiere una temperatura de admisión de 10 a 20°C menor que la temperatura del molde deseada. Esto también se verá afectado por el refrigerante circulante disponible en la fábrica. No sirve de nada especificar una temperatura de entrada del refrigerante de 5 °C si no está disponible ningún enfriador que permita alcanzar este valor. La temperatura del agua del depósito variará en función de la ubicación geográfica y las condiciones ambientales.