Un nivel de cristalinidad obtenido viene determinado por las velocidades de refrigeración. La tasa de cristalización es una función de la temperatura y del tiempo.
Las velocidades de refrigeración rápidas se asocian con menores niveles de contenido cristalino, y viceversa. El nivel de contracción también se ve afectado por los grados de cristalinidad; cuanto mayor es la cristalinidad, mayor es la contracción.
Las regiones más espesas de las piezas moldeadas por inyección se tienden a enfriarse con más lentitud que las secciones más delgadas y, en consecuencia, las regiones más espesas tienen un mayor contenido cristalino y una mayor contracción. Durante la refrigeración, algunos polímeros forman estructuras moleculares ordenadas denominadas cristalitas.