Es posible refinar subobjetos u objetos de malla para convertir las facetas subyacentes en caras editables.
Es posible refinar cualquier malla que tenga un nivel de suavizado de 1 o mayor.
Refinar un objeto incrementa el número de caras editables al convertir también en caras las facetas subyacentes. El número de caras resultante depende del nivel de suavizado utilizado en ese momento. Los niveles de suavizado alto dan como resultado un número mayor de caras tras la operación de refinado.
Además de aumentar el número de caras, refinar un objeto de malla restablece el nivel de suavizado a su línea base. Por lo tanto, un objeto puede parecer suavizado pero tener en realidad un nivel de suavizado igual a 0 (cero).
Es posible refinar un objeto de malla completo como se ve en el ejemplo anterior o designar una cara específica para refinarla. Una cara refinada se subdivide en cuatro caras; las caras que la rodean se deforman ligeramente para ajustarse al cambio.
Refinar una cara de malla no afecta al nivel de suavizado general del objeto de malla. A diferencia de un objeto de malla refinado, las caras refinadas pueden volver a refinarse de nuevo inmediatamente. Con el refinado de las caras de una malla, es posible seleccionar áreas más pequeñas para modelarlas detalladamente.
Los pliegues que están establecidos como Siempre mantienen su nitidez, independientemente de las operaciones de suavizado y refinado realizadas en el objeto. Sin embargo, este comportamiento cambia si se asigna un valor de pliegue. Si refina un objeto o una arista con un valor pliegue, el valor asignado se reducirá según el valor del nivel de suavizado original. Suponga que añade un pliegue con un valor de 4 y, a continuación, refina una malla cuyo nivel de suavizado es 2. El nuevo valor del pliegue será 2.
Si se aplica un pliegue antes de suavizar o refinar un objeto, el efecto no se visualizará hasta que no se haya suavizado o refinado el objeto.