Plásticos en rodamientos normales

Los plásticos presentan las siguientes características: coeficiente de fricción relativamente bajo incluso con lubricación insuficiente, gran robustez o módulo de elasticidad reducido, baja densidad y fácil aplicación en maquinaria. Su mala conductividad térmica y en ocasiones su capacidad de absorción o dilatación suponen una desventaja. La mayoría de los plásticos sólo pueden funcionar a temperaturas relativamente bajas.

Telas endurecidas

Las telas endurecidas se fabrican enrollando o laminando tejidos que se impregnan con resina de fenol endurecedora. La capa exterior de resina vidriosa no ofrece buenas propiedades de deslizamiento, por lo que se debe eliminar siempre. Antes de su mecanización final, los casquillos se deben insertar en un baño de aceite para estabilizar sus dimensiones. Su alta resistencia a la compresión permite utilizar telas endurecidas en rodamientos en tensión cuando no funcionen a altas temperaturas. Los casquillos o segmentos deben estar en contacto a lo largo de toda la cara del rodamiento para que no se doblen con cargas altas. El grosor de pared debe ser el mínimo posible, teniendo en cuenta la baja conductividad térmica y la considerable dilatación. Los casquillos de paredes finas se pegan a casquillos de soporte de acero; los casquillos de paredes gruesas son prensados contra el cuerpo o la brida de rodamientos.

El grado de pulido fino de la superficie del eje funcional debe ser de al menos 0,2 micras, la superficie del eje debe estar endurecida a HRC = 50 a 55. Para lubricación con circulación por presión, la capacidad de carga máxima está limitada a 16 MPa para una velocidad circunferencial de 1 m/s en el caso de telas endurecidas enrolladas y prensadas. Se aplica una capacidad de carga máxima de 7 MPa para telas endurecidas laminadas y prensadas. Las telas endurecidas se utilizan para casquillos de excavadoras, cubiertas de soportes de laminadores, rodamientos para motores de tracción eléctricos, etc.

Poliamidas

Las poliamidas se fabrican de distintas formas. La poliamida hidrolítica y alcalina se puede utilizar para casquillos muy finos debido a su baja conductividad térmica. Pueden tener un grosor de 1,5 a 2 mm para un grosor de cojinete transversal de hasta 30 mm. Antes de su mecanización final, los casquillos se templan en un baño de aceite durante 24 horas y se produce una contracción comprendida entre el 0,5 y el 1%.

La poliamida ofrece una buena resistencia al desgaste, incluso funcionando sin lubricación, pero la capacidad de carga debe ser pequeña y la velocidad de deslizamiento de 1 m/s como máximo. La capacidad máxima de carga de la poliamida hidrolítica es de 8 MPa para una velocidad circunferencial de 1 m/s y de 5 MPa en el caso de la poliamida alcalina.