En el módulo de cimentación, el agua subterránea se considera únicamente como un factor que induce la presión de Arquímedes. No se tiene en cuenta ningún efecto, ni los relacionados con el movimiento del agua en el suelo ni los relacionados con el cambio de las propiedades físicas del suelo (cohesión, ángulo de fricción interna) inducido por la presencia del agua subterránea.
La presión de Arquímedes que actúa sobre un cimiento se calcula a partir del principio de Arquímedes. La fuerza de flotación es igual al peso del agua desplazada por la cimentación.
La presión de Arquímedes que actúa sobre el suelo sumergido en el agua y un aumento de la densidad del suelo húmedo se analizan como en el caso de un cuerpo poroso. Para estos cálculos se aplica el parámetro del suelo denominado: Peso unitario de los sólidos del suelo. En los cálculos se supone que el peso unitario del suelo es comparable al peso unitario del suelo seco, lo que permite utilizar la siguiente relación:
Donde:
ρsw: peso unitario del suelo por debajo del nivel de agua subterránea
ρs: peso unitario del suelo seco (peso unitario)
ρss: peso unitario de sólidos del suelo
ρw: densidad del agua.
En el caso de la norma polaca, solo existe la posibilidad de determinar un nivel de aguas subterráneas, mientras que otras tienen dos niveles: alto y bajo. El nivel de agua alto se trata como variable, y se produce únicamente cuando este impacto es desfavorable (también se refiere al nivel de agua subterránea definido para la norma polaca). El nivel bajo de agua se trata como invariable y se produce en cada uno de los estados analizados.