Las buenas propiedades deslizantes de las aleaciones de aluminio en la zona de fricción máxima, el alto límite de fatiga, la gran conductividad térmica, el fácil mecanizado y el bajo coste son ventajas que explican su amplio uso incluso en condiciones de funcionamiento muy difíciles (con grandes cargas estáticas y dinámicas a velocidades de deslizamiento altas y bajas).
La temperatura de funcionamiento está limitada por la temperatura constante máxima admitida del lubricante utilizado. Para trabajar a una temperatura mayor, se debe tener en cuenta la dilatación por temperatura de la aleación a la hora de determinar el juego radial.
Para una velocidad circunferencial de de 1 m/s, la carga máxima varía entre 45 MPa y 50 MPa. Para una velocidad de 10 m/s, la carga máxima es de hasta 6 MPa. Los acabados superficiales de las caras deslizantes del casquillo y el eje tienen un efecto considerable en la capacidad de carga y en la vida útil de los montajes deslizantes fabricados con aleaciones de aluminio. Por esta razón, el acabado superficial del casquillo debe ser de 0,4 micras y la suma de los acabados del casquillo y del cojinete transversal no debe superar las 0,6 micras.
Es recomendable emplear altas velocidades de corte y herramientas con carburos sinterizados cuando se realiza el mecanizado de aleaciones de aluminio. Se deben utilizar herramientas con diamante para el taladrado. Debido a su estructura más fina, las aleaciones forjadas ofrecen acabados más suaves en comparación con las aleaciones fundidas, y tienen valores inferiores para el coeficiente de fricción en la zona de lubricación limitada.
Para alargar la vida útil de los montajes deslizantes, se deben utilizar ejes templados con una dureza de al menos 250 HB. Debido al factor reducido de absorción de partículas sólidas en las aleaciones de aluminio, se recomienda la máxima limpieza del lubricante.